Mario E. Fumero
La influencia de la pornografía ha inyectado actitudes anormales y aberrantes en la mente de muchas personas que se han convertido en “enfermos mentales”. Este alto índice de deterioro moral ha disparado un fenómeno que siempre ha existido, pero que ahora cobra más relevancia, como es el abuso sexual de niños por parte de adultos, los cuales en su enfermedad sexual, buscar a estas víctimas, las cuales, ya sea por su inocencia, chantaje o necesidad, se dejan llevar por estos enfermos para consumar actos sexuales que son abusivos, y los cuales dejan heridas que no se pueden sanan fácilmente.
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