Vicente Mercado Santamaría
“Pues aunque andamos en la carne, NO MILITAMOS SEGÚN LA CARNE; PORQUE LAS ARMAS DE NUESTRA MILICIA NO SON CARNALES, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. (2 Corintios 10 : 3)
Amada Iglesia: Todos temían las caras pintadas de negro, con uniformes camuflados, botas de combate y boinas. Y marchaban en dos hileras alrededor del escenario y aún entre las sillas del auditorio, al son de una música marcial que de vez en cuando intercalaba notas de salsa cubana, ante las cuales uno de los marchantes, vestido de sargento y por fuera de las filas, hacía unos pases de baile guaguancó.
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